¿Cuál es el significado del perdón? ¿Cuál es el significado de la Expiación? Acompaña a David Hoffmeister en un paseo por los cañones de Utah, descendiendo simbólicamente cada vez más profundo en la mente; cuestionando y dejando ir las ilusiones y los conceptos que se interponen en el camino de recordar la Verdad.
A través de las sombras hacia la impecabilidad que mora dentro de nosotros
Hoy vamos a descender por un hermoso cañón y explorar algunas ideas. ¡Me alegro de que puedas unirte a nosotros! No importa cuál sea tu origen, ni tu religión, ni el origen socioeconómico o étnico que parezcas haber tenido, ni la cultura de la que provengas. ¡La Verdad es una, y es muy alegre.
Descender por las espirales de este cañón hacia el fondo, me recuerda el viaje al interior de la mente. Realmente necesitas descender en espiral hacia los pensamientos, las creencias y los deseos que yacen debajo de la superficie. El viaje hacia Dios es realmente uno de remover todos los conceptos y creencias que se interponen en el camino del recuerdo de Dios. Entonces, comenzamos el viaje al bajar y cuestionar quiénes creemos que somos.

Desvelando las creencias
Miramos los conceptos de nosotros mismos tal como nos percibimos en este mundo. Parecemos ser personas, parecemos tener familias, ocupaciones, estatus, posiciones del mundo, y a medida que comenzamos a destapar estas creencias -deseando la Paz de Dios por encima de todo- estas creencias comienzan a desvanecerse. Se desvelan y se elevan a la luz de la verdad, y allí se disuelven.
Todas nuestras creencias se basan en el tiempo y el espacio, como si hubiéramos dejado el Reino de los Cielos y de alguna manera estuviéramos ocupando una posición en el cosmos. A medida que las experiencias de meditación se profundizan, a medida que los milagros aumentan y crecen, nuestra conciencia se expande y se vuelve inclusiva de todo lo que percibimos; cada sonido, cada vista se convierte una parte de lo que somos, y nuestra percepción se vuelve completa – incluye todo. No vemos nada, nadie, ningún particular aparte de nuestra mente.
Así que mientras continuamos este descenso por este hermoso cañón, reflexionamos sobre esa idea de traer lo falso, las ilusiones, a la luz de la verdad; de cuestionarnos quiénes somos y abrir nuestra mente a una experiencia que está más allá de este mundo, una experiencia que viene de nuestra Fuente, de Dios.

Voluntad de cuestionarlo todo
El viaje no tiene que ser difícil, y el viaje no tiene que ser estresante y lleno de miedo. Debemos atravesar el miedo, pero podemos aprender a ser alumnos felices. Ser un alumno feliz es estar muy, muy dispuesto a cuestionar todo lo que creemos, a ser llevado por el Espíritu interno a la experiencia de no saber nada sobre el mundo que percibimos.
Así que ser un alumno feliz es ser un alumno muy dispuesto. Es ser un alumno que está dispuesto a soltar el agarre que parecemos tener sobre nuestro conocimiento, sobre nuestras creencias, sobre nuestras firmes y solidas percepciones, que en realidad no son tan firmes en absoluto. Ser un alumno feliz es dejar ir y rendirse al fluir del movimiento del deshacer. Nos permite la libertad de permitir que nuestra confianza en Dios, nuestra confianza en lo que está más allá de este mundo, nos guíe, nos dirija.
Todas las cosas en las que hemos puesto seguridad -el dinero, las posesiones, las relaciones, los trabajos, las cosas que creemos que necesitamos para sobrevivir, las cosas que creemos que necesitamos para mantener el cuerpo vivo- son parte de una distracción que nos llevan fuera del desasimiento de la pequeñez en la que hemos creído, el pequeño autoconcepto que nos hemos hecho. Este se está deshaciendo, gradualmente. Puede ser muy suave, si permitimos que el proceso se desarrolle, sin tratar de agarrarnos y afferarnos a conceptos e imágenes del mundo.
Creemos que podemos querer algo en el futuro, podemos querer algo del mundo, pero a medida que avanzamos, tenemos vastas experiencias que nos dejan tan felices y tan llenos de alegría, que aflojamos las garras de lo que creemos saber y de lo que pensamos que somos, y permitir que lo que somos venga y vuelva a la conciencia.

Hay un tipo de silencio sobre todo el mundo esta noche, ahora mismo. Está tan quieto. Qué perspectiva tan hermosa y quieta sobre el mundo.
El perdón de las ilusiones
El perdón es el camino más allá de la percepción. El perdón es el ojo de la cerradura, nuestra oportunidad de ir más allá del mundo perceptivo del tiempo y el espacio. Todas las variadas imágenes que parecen rodearnos todo el tiempo, ya sea un cañón, o los cuerpos, las familias, los amigos, los trabajadores, los compañeros de trabajo, o el bullicio de la ciudad, el mundo de la percepción puede ser trascendido en el Amor de Dios, a través del perdón.
¿Qué es el perdón? El perdón es una perspectiva, una mirada a este mundo con ojos serenos. El perdón es tranquilo, sosegado- observa y mira y no juzga. El perdón simplemente no hace nada. Ve que lo que pensaste que tu hermano te había hecho, en realidad nunca ocurrió. Y lo que pensaste que le hiciste a tu hermano no ha ocurrido.
Así que el perdón es una perspectiva de no juzgar en la que todas las imágenes pueden unirse en una sola, completa y unificada percepción-como un tapiz gigante en el que no se sacan particulares. Nada es juzgado, no se hacen distinciones, simplemente se mira con ojos serenos.
Está tan quieto… ¡Es tan maravilloso! El perdón deshace el mundo y deja un instante -un instante brillante- antes que la percepción desaparece por completo, y se recuerda el Amor de Dios.
Nuestro descenso hacia el cañón está realmente revelando todas las creencias y todos los conceptos y pensamientos que obstruyen la conciencia de la luz dentro de cada uno de nosotros. A medida que avanzamos hoy, vamos a descender hacia una experiencia de inmensidad y Despertar.

La aceptación de la expiación
El Reino de los Cielos está dentro, no es de este mundo. Cuando empiezas a descender las profundidades de la mente, te acercas a un portal a la eternidad dentro de tu propia mente. Esto es la puerta de entrada del tiempo y el espacio a la eternidad. A medida que te acercas a este portal, y tu mente se vuelve muy brillante, has eliminado la mayoría de los obstáculos a Dios.
Te acercas a la frontera -un aparente puente entre este mundo y la eternidad- en la que ves que cada decisión ya está hecha, todos los caminos ya están tomados, y pareces estar en un lugar donde estás viendo las cosas suceder como si las decisiones todavía estuvieran ocurriendo, pero desde un Conocimiento interno sabes que el guión está escrito, y que simplemente estás observando un plan preestablecido que terminó hace mucho tiempo.
Todas las cosas que ocurren dentro del mundo son el pasado. A medida que te acercas al portal de la eternidad, empiezas a ver que no tienes el poder de secuenciar los eventos y los acontecimientos, que todo lo que parece estar ocurriendo en tu percepción ya ha sucedido. No hay nadie a quien culpar, no hay nadie que sea culpable, no hay nada que temer, porque tu percepción ha cambiado de ser una figura en el sueño del mundo a ser el soñador del sueño.
Desde esta perspectiva elevada, ves que no te han hecho nada. Todas las cosas ocurrieron en el contexto del sueño que estás soñando, y desde este lugar de empoderamiento, te acercas a la decisión final que debe tomarse: la aceptación de la Expiación; la aceptación de lo que es; la renuncia a cualquier pensamiento de que podrías tener una voluntad aparte de Dios o hacer un mundo aparte de Dios.
La Paz de Dios está sobre nosotros. Llegar al fondo del cañón es un símbolo de llegar al fondo de tu mente; llegando al punto donde todo lo demás se deja de lado. El último juicio a ser hecho, no es un juicio que hacemos. Es el juicio del Conocimiento sobre la percepción y un juicio de la Realidad sobre la ilusión, y es éste: No es real y no existe.
El poder y la gloria de Dios desciende sobre nosotros y el Espíritu Santo nos da el juicio final y circula alrededor de todo este mundo perceptivo en alegre gratitud. Santo eres, eterno, libre e íntegro, y te encuentras por siempre en paz en el Corazón de Dios. ¿Dónde está el mundo ahora y dónde el pesar?