Jesús fue un hombre que reflejó la Luz de Cristo. Él reflejó nuestro ser real como el Cristo, y lo máximo que un cuerpo puede ser, es un reflejo de la mente.
Cuando la mente se vuelve pura y unificada, se reconoce a Sí misma como la Mente de Cristo. Cuando esa Mente Divina se refleja…